El trabajo, que apareció publicado recientemente en la revista de la Academia Americana de Pediatría, señala que más del 90% de los compañeros de clase de los menores que fueron objeto de burlas reprodujeron el comportamiento que vieron en los adultos.
En el estudio participaron 361 niños con edades comprendidas entre los 14 y los 18 años que formaban parte de programas especiales diseñados para adelgazar. Los profesores Rebecca M. Puhl, Jamie Lee Peterson y Joerg Luedicke, investigadores de la Universidad de Yale, llevaron a cabo una encuesta entre estos menores y publicaron los preocupantes resultados.
Los profesores no son los únicos adultos que ofenden a los niños con sobrepeso. Los resultados de la encuesta también revelan que el 37% de quienes se mofan de los menores obesos son de hecho padres de familia.
Cabe mencionar que alrededor de un tercio de los niños y adolescentes del país son obesos o tienen sobrepeso, lo que aumenta en ellos el riesgo de padecer diabetes, presión arterial alta, colesterol alto y otros problemas de salud, haciéndolos más propensos al sobrepeso también en la edad adulta.