Dos de los detenidos usaban un megáfono para proclamar la llegada del fin del mundo mientras los otros dos se encargaban de distribuir folletos acerca del apocalipsis por las calles de Chongqing, en el suroeste de China. Todos ellos fueron detenidos en esa misma localidad y sentenciados a una pena de 10 días de arresto administrativo.
Las supersticiones basadas en interpretaciones del calendario maya de que el mundo se acabará el próximo 21 de diciembre se han propagado ampliamente en China y son muchos los ciudadanos que se han preparado para el que creen que será el último día de sus vidas.
Por su parte, las autoridades chinas intentan tranquilizar a la población y aseguran que el 21 de diciembre no se acabará el mundo. Además, la Policía emitió un comunicado recientemente en el que pide a los ciudadanos que cumplan con la ley y se abstengan de difundir este tipo de leyendas. De acuerdo con la agencia de noticias china Xinhua, las autoridades castigarán a quienes difundan estas supersticiones con el fin de causar problemas, estafar o perturbar el orden social.