Una de las hijas de la terrorista alemana y militante de la Fracción Armada Roja (RAF) Ulrike Meinhof, Bettina Roehl, ha denunciado que el cerebro de su madre se encuentra en un laboratorio de la Universidad de Magdeburgo, algo que ha confirmado el rector de dicha universidad, Klaus Pollmann.
Bettina Roehl había declarado al diario regional alemán Magdeburger Volksstimme que el cerebro de su madre, que se suicidó en 1976, estaba conservado en secreto en las dependencias de la universidad tras haber sido robado, y no en su tumba en Berlín.
Según el testimonio de la hija, el órgano pasó de las manos de un neuropatólogo de la ciudad de Tuebingen a un colega de una clínica de Magdeburgo para ser examinado en 1997. En la actualidad, el cerebro se encuentra en el laboratorio del profesor Bernhard Bogerts, director del Instituto de Psiquiatría, Psicoterapia y Medicina Psicosomática.
Otra de las hijas de la terrorista, Regine Roehl, ha presentado una denuncia en un tribunal de Stuttgart por “violación del respeto a los muertos”.
