Maximiliano Kadijevic, portero del equipo de futbol argentino Defensores de Belgrano, pidió que se detuviese un partido de ascenso de la Primera Division 'B' Argentina, para ir al baño.
El árbitro, comprensivo con la urgencia del jugador, interrumpió el juego unos minutos, y esperó al guardameta para reanudar el partido.
"Algo me cayó mal, quizás un zumo", explicó el jugador sobre su descomposición, que le forzó a pedir tiempo, como en el baloncesto.