"Había varias cosas que no cuadraban. El particular aseguró que la sección de la mano se había producido cuando su coche se salió de la carretera y cayó por un terraplén, pero comprobamos que los ángulos de giro y la velocidad teórica no encajaban con esa versión. Además, el corte de la mano era demasiado limpio, sin afectar al hueso, algo casi imposible en un accidente de tráfico", explicó José Luis Nieto, presidente de Gesterec, una firma especializada en la reconstrucción de siniestros.
El aumento de las reclamaciones fraudulentas en España coincide con los peores índices de desempleo en el país desde que comenzaron los registros en 1970. El 27,2 por ciento de la población y el 57 por ciento de los menores de 25 años no tienen trabajo. La cantidad de los españoles que buscan empleo es mayor que la población de Dinamarca.
Se ha registrado un drástico aumento de los suicidios de dueños desesperados porque no pueden pagar sus hipotecas.