El vendedor de almas, que se presenta como Andréi Gúrov, de Kislovodsk (un famoso balneario al suroeste de Rusia), exige que los potenciales clientes le envíen una foto y una biografía corta de la celebridad cuya alma desea comprar. La condición obligatoria es que la persona esté viva.
Gúrov subraya que el contrato de compraventa no solo establece el precio, la fecha exacta de creación de la obra y el nombre de la celebridad cuya alma será copiada, sino que autoriza también al cliente a hacer lo que guste con el alma. Al mismo tiempo, el 'artista' se compromete a empezar a trabajar en la réplica de un espíritu solo después de recibir el 100% del precio del contrato.
En primer lugar Andréi sacará a subasta el alma de Bill Gates creada a base de una de sus fotos de juventud. El precio inicial es de 2.500 millones de rublos (unos 83.000 dólares), entre 2.000 millones por la obra y 500.000 por la entrega. El espíritu de Mark Zuckerberg será el siguiente que saldrá a subasta.