La tripulación de un vuelo de American Airlines con destino a Los Ángeles prohibió que Bede Vanderhorst, de 16 años de edad, subiera a bordo del avión porque “estaba excitado, corría y parecía no estar aclimatado al ambiente”, según la declaración oficial de la compañía aérea.
“El problema es que el piloto pensó que nuestro hijo era diferente a otras personas. No quiso que una persona con discapacidad molestase a los pasajeros de primera clase”, denunció la pareja Vanderhorst ante los medios de comunicación.
Por su parte, el portavoz de American Airlines, Matt Miller, defendió a la compañía y aseguró que “por la seguridad del joven y de otras personas, se reservó otro vuelo para esta familia”. Sin embargo, finalmente los Vanderhorst tuvieron que viajar en clase turista y ocupar los asientos de la última fila aunque habían comprado billetes de primera. American Airlines prometió compensar la diferencia de precio entre los billetes.